Cómo conservar una flor de hibisco

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Las delicadas flores de hibisco requieren un manejo especial durante y después de la conservación. Las flores son frágiles y no pueden tolerar la presión del prensado de flores convencional. El uso de un desecante absorbe la humedad de los pétalos de hibisco al tiempo que protege la forma y el color de la flor. Los cristales de sílice proporcionan un secado óptimo ya que están diseñados para eliminar la humedad sin crear un ambiente húmedo. Una vez preservado, el hibisco requiere un manejo suave para que las flores de papel no se rompan.

Los desecantes preservan la belleza tropical del hibisco.

Paso 1

Llene un recipiente de plástico con una capa de cristales de sílice de 1 pulgada. Use un recipiente que tenga de 4 a 5 pulgadas de profundidad y solo un poco más ancho que la flor.

Paso 2

Recorte el tallo del hibisco a una longitud de 1/2 pulgada. Elija flores a la altura de su floración que no tengan pétalos dañados o descoloridos.

Paso 3

Coloca la flor boca arriba sobre la capa de sílice. Presiona la flor ligeramente sobre la sílice para que los cristales sostengan los pétalos.

Paso 4

Espolvorea cristales de sílice sobre la flor. Cubra la flor completamente con una capa profunda de sílice de 1 pulgada.

Paso 5

Coloque la tapa en el recipiente y séllelo para cerrarlo. Colóquelo en un área donde no lo molesten durante varias semanas, ya que cambiar el recipiente durante el secado puede provocar una flor rota o arrugada.

Paso 6

Seque el hibisco en la sílice durante tres semanas. Retire la tapa del recipiente y vierta los cristales de la parte superior de la flor. Levante la flor suavemente del recipiente y cepille cualquier sílice restante.

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