Como los sofás son uno de los lugares ocupados con mayor frecuencia en un hogar, después de las camas, tiene sentido que un sofá se personalice para una comodidad absoluta. Algunas telas, particularmente el cuero, pueden retener un frescor deseable en el verano, pero pueden enfriar a los ocupantes durante el invierno. Para combatir esto y crear el espacio de relajación más cómodo, es posible instalar almohadillas térmicas permanentes en el sofá de una manera que proporcione una calidez conveniente.
Paso 1
Obtenga acceso al interior del asiento y respaldo del sofá retirando la tela de la base del sofá. Saque las grapas que sostienen la tela en su lugar o simplemente corte la tela discretamente con un cuchillo en un lugar que pueda graparse fácilmente en su lugar. Levante la tela hasta que tenga un acceso ligero al asiento y al respaldo.
Paso 2
Deslice las almohadillas térmicas eléctricas en su posición por todo el asiento del sofá y el respaldo. Colóquelos de modo que no queden directamente debajo de la tela exterior, sino que queden al menos 1 pulgada de amortiguación. Si este método de instalación no es posible, coloque las almohadillas en la parte superior del asiento y el respaldo y luego extienda una capa de espuma de 1 pulgada de grosor sobre ellas.
Paso 3
Asegure las almohadillas al asiento y al respaldo envolviendo una cuerda delgada, cuerda o cuerdas elásticas alrededor de ellas y luego alrededor de una sección del armazón del sofá. Asegure el accesorio con nudos apretados. Conecte los cables de extensión, si es necesario, a los cables de la almohadilla, encienda las almohadillas, luego pase los cables fuera del sofá y conéctelos a una regleta.
Paso 4
Vuelva a colocar la tela del sofá con grapas clavadas en la tela y el marco de madera en lugares discretos.
