Las esporas de moho existen tanto en interiores como en exteriores, y se pueden encontrar en casi cualquier entorno en todo momento del año. La exposición a las esporas de moho, que son producidas por el moho y flotan en el aire, pueden causar síntomas tales como congestión nasal, estornudos frecuentes, secreción nasal, ojos irritados y tos u otros síntomas respiratorios. Controlar las esporas del moho requiere eliminar las fuentes de humedad que conducen al crecimiento del moho. Neutralizar el moho dentro y alrededor de su hogar puede reducir la gravedad y la frecuencia de los síntomas causados por la exposición al moho.
Paso 1
Reduzca la humedad interior al 40 por ciento. Compre un higrómetro para medir y monitorear el nivel de humedad interior, y use un deshumidificador o aire acondicionado en áreas húmedas de la casa.
Paso 2
Evite el crecimiento de moho en áreas y artículos dañados por el agua al limpiar y secar dentro de las 24 a 48 horas. El crecimiento de moho se asocia frecuentemente con incidentes de inundación. Siempre que sea posible, use agentes de limpieza a base de cloro, especialmente en cocinas y baños.
Paso 3
Ventile las fuentes generadoras de humedad, como baños y secadoras de ropa, hacia el exterior. Aumente la ventilación en toda la casa y encienda los extractores cuando cocine y limpie.
Paso 4
Ubique y repare cualquier fuga de agua que permita que crezcan las esporas de moho, como en los alféizares de las ventanas, las bandejas de goteo del refrigerador o los grifos y las tuberías con fugas.
Paso 5
Use detergente y agua para lavar el moho de las superficies duras, luego seque completamente. Si el moho crece en materiales absorbentes como tejas y alfombras, probablemente deberían reemplazarse.
Paso 6
Agregue aislamiento para reducir la condensación en superficies frías como ventanas, tuberías, paredes exteriores y pisos.
Paso 7
No instale alfombras en áreas de alta humedad, como baños y sótanos. Las habitaciones subterráneas tienen un mayor riesgo de desarrollar moho y hongos.